domingo, 29 de abril de 2012

PARA APRENDER UN POCO MAS................


CULTURA MAYA

De toda Mesoamérica, la civilización maya fue la que desarrolló el sistema de comunicación más sofisticado y eficaz.  Comprendía de más de 700 signos denominados por los expertos como glifos * con los cuales podían representar cualquier pensamiento. Estos signos eran altamente complejos en su elaboración y se debían de elaborar con extrema precisión. Se escribía sobre diferentes superficies y cada una de ellas tenia un significado diferente, por ejemplo, escribir “en piedra para los relatos dinásticos, papel para las profecías, la astronomía y el calendario. Usaron conchas marinas, cerámica para los relatos mitológicos, jade y madera, metal y hueso”
Ellos atribuían poder mágico a la escritura; la mayoría de los escritos que se han encontrado y descifrado tratan de dinastías o de cuestiones religiosas. Lamentablemente  cultura maya llamado “Relación de las cosas de Yucatán”. Sobre este escrito quisiera destacar la intención de Diego de Landa por traducir la lengua maya. Le pidió a un indígena que le tradujera símbolo por símbolo el equivalente en castellano. Lo que él no sabía era que los mayas no tenían un alfabeto como en la lengua castellana sino algo más bien como un silabario, es decir que los signos correspondían a un sonido.

CULTURA NAZCA



Un aspecto impresionante de Nazca es su cerámica policromada, con figuras de hombres, animales, plantas, etc. En muchas de estas cerámicas, se representan a hombres mutilados. El arte textil floreció tanto como en la época de los Paracas. Tuvieron un estilo propio de trabajo de los metales, aunque de menor calidad al de la época de Chavín.
Lo más impresionante de esta civilización son los trazos efectuados por los Nazca en las Pampas de Nazca y en otros sitios de la costa sur del Perú. Los trazos conocidos como Líneas de Nazca se ubican en una zona geográfica con pocas precipitaciones, lo que demuestra conocimientos de geografía y meteorología. Como dato sumamente interesante y que refuerza la teoría del conocimiento meteorológico de los Nazcas.
A unos treinta kilómetros de la ciudad de Nazca se halla el Cementerio de Chauchilla. Una necrópolis al aire libre en la que a pesar de los saqueos todavía se pueden ver momias en buen estado de conservación así como restos de cerámica.




 CULTURA MUISCA


La sociedad muisca se basó en un grupo de familias emparentadas por vínculos consanguíneos.
En el siglo XVI la población muisca tenia unos 650.000 habitantes. Su base de la organización social era el Clan o familia extensa, caracterizado por la exogamia. Los hijos heredaban por línea materna, puesto que pertenecían a la comunidad de su madre. Aunque se permitía el matrimonio poligamico, en realidad solo lo practicaba la nobleza. La residencia era patriarcal.
Los individuos trabajaban en común las tierras de su jefe de clan, o del sacerdote o jeque. Varios clanes formaban una tribu y sus miembros trabajaban las sementeras del cacique u uzaque (Jefe de tribu), quien cobraba los tributos y entregaba parte de ellos al Zipa o al Zaque, jefes de estas confederaciones, conformadas por varias tribus.
Los jefes de confederación, los jefes de tribu y los sacerdotes formaban una clase superior, que se apropiaba de parte de los excedentes de producción agrícola y minera. Ello originó la diferenciación de grupos dentro de la sociedad y condujo a la formación de clases y al surgimiento de la propiedad privada y del estado. La apropiación de los excedentes de producción se efectuaba mediante el cobro de un tributo o impuesto, que debían pagarse en especie, y del trabajo, obligatorio también, en los cultivos de los jefes de tribu y de los sacerdotes. Este sistema impidió que se estableciera la esclavitud en la sociedad muisca.







CULTURA SAN AGUSTIN

La estructura general del complejo arqueológico de San Agustín ofrece algunos rasgos muy característicos, como la homogeneidad de ciertos elementos y su continuidad a través de los distintos períodos evolutivos, lo que habla en favor de un parentesco cultural de los diferentes grupos que allí concurrían y de una larga tradición de los mismos, expresada en elementos indicativos como la cerámica y la industria lítica, como también en ciertos motivos representados en las esculturas, cuyas formas ancestrales se inician por lo menos en el siglo VII a. C. y persisten, al lado de otras posteriores, hasta el siglo XVI de nuestra era.
El dualismo es un rasgo sobresaliente en la cultura de San Agustín. En la estatuaria se ven, al lado de las representaciones femeninas, otras de sexo masculino. Constituye esta característica una de las peculiaridades que se han señalado como propias del periodo formativo en América precolombina. En San Agustín, como en Mesoamérica, las creencias religiosas de los nativos dieron origen a un complicado culto ceremonial, en el cual jugó un papel significativo el ritual de las danzas de enmascarados. Aun persiste esta práctica entre varias de las tribus que habitan en la Amazonia, las cuales usan disfraces fabricados de tela de corteza de árbol, pintados de varios colores. Es indudable que la mayoría de los monolitos del Alto Magdalena llevan estas representaciones. En las colecciones del Museo del Oro del Banco de la República se ven figuras enmascaradas, algunas de una sorprendente similitud con las de San Agustín, como puede observarse en las figurillas de remate de los alfileres calimas, en las que el disfraz que cubre la cabeza y la cara de los personajes está sostenido con las manos, al igual de las que seguramente quisieron representar los artífices agustinianos en varias esculturas de los yacimientos arqueológicos de Quebradillas y de Ullumbe.
Como ocurrió en el período formativo de las demás culturas de la zona andina y de Mesoamérica, las creencias mágico-religiosas estuvieron en íntima relación con su principal base de sustentación económica, la agricultura, como también con la caza y la pesca. Son los mitos que integran la fauna mágica, en la que son particularmente frecuentes varias especies, asociadas a su cosmogonía. De ahí que en la estatuaria aparezcan representados varios mitos. El sol, la luna, el rayo, la lluvia y otros fenómenos naturales, se personifican y expresan en sus símbolos. Las deidades aparecen antropo-zoomorfizadas y estrechamente asociadas a los ritos mortuorios. El sol y la luna presiden su panteón religioso.
La frecuencia de la representación de la boca felina en la mayor parte de las esculturas, es indicativa del culto al jaguar, que parece ser uno de los más antiguos y generalizados entre los pueblos que vivían en la zona andina y que aún persiste en las poblaciones aborígenes que moran en la selva amazónica. En otras culturas arqueológicas andinas este elemento caracteriza también muchas de las representaciones escultóricas.

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